ORGANIZACIÓN

Iturria Industrial. Venta de cerámica, baños y materiales de construcción. Empresa familiar fundada en el 1929.

RETO
Iturria se ubica en un polígono industrial de Irún que acoge principalmente empresas del primer y segundo sector. Con este proyecto buscaba, por un lado, modos de visibilizar su localización y, por otro, abrir espacios no utilizados en las instalaciones a diferentes colectivos.

COLABORADOR IMPROBABLE

Maushaus. Laboratorio de ideas en torno al arte y la arquitectura, donde se diseñan contenidos pedagógicos así como objetos y lugares destinados al aprendizaje lúdico. Maushaus busca métodos de transmisión de conceptos a través de juegos, acciones y performances, incentivando la capacidad de juego que todos tenemos dentro.

PROPUESTA DE MAUSHAUS
Maushaus propuso aprovechar la aparente desventaja de los entornos industriales, que juegan fuera del área urbana, para generar nuevos contextos en los que se evidencie la disponibilidad del espacio que la empresa quiere compartir. Como ejemplo, se podrían ofrecer estos espacios para la realización de acciones constructivas con personas interesadas en este ámbito, como talleres de auto-construcción, generando así una activación de eventos que alimenten el flujo de visitantes a la empresa.

RESULTADO
Fábrica de ideas es el resultado de la Píldora creativa realizada entre Iturria, materiales de construcción y Mauhaus, a los cuales se fue añadiendo a lo largo del proyecto el centro de artes plásticas y diseño Kunsthal de Irun.

El proyecto responde a las dos preocupaciones de Iturria: la de favorecer la llegada de nuevos públicos y la de activar espacios vacíos en el seno de la propia empresa. Se retomó un intento de colaboración con el Centro de diseño que en su día no dio sus frutos, y se consiguió una relación fluida y motivada con la dirección del Centro, que parece ir en la misma línea que la propia empresa.

La colaboración propuesta al Centro de diseño es la de poder usar un espacio vacío de 6.000 m2 disponible en la empresa, así como materiales que se sacan de la venta por estar fuera de temporada, pero que son nuevos y en perfecto estado, para actividades de aprendizaje experiencial. Con ese espacio y esos materiales puestos a disposición del Centro de diseño, la Escuela organiza talleres (de diseño y construcción) que permiten a los alumnos experimentar con proyectos reales la plasmación del diseño a muebles y objetos. Los muebles y objetos así fabricados podrían también, en un futuro, ponerse a la venta en la propia empresa.

Así, el proyecto no sólo responde a la necesitad de atraer a nuevos públicos (en este caso, el público vinculado a la Escuela) y a la necesitad de activar los espacios vacíos, sino que permite también generar, a medio plazo, nuevos ámbitos de negocio para Iturria.